lunes, 27 de octubre de 2008

100 AÑOS DEL PADRE BROCHERO EN PANAHOLMA



Cruz del Eje (Córdoba), 23
Oct. 08 (AICA)

Más de un millar de personas celebraron los cien años de la capilla Nuestra Señora del Rosario, en Panaholma
Más de un millar de personas se dieron cita el pasado domingo, 19 de octubre, para celebrar los cien años de la capilla Nuestra Señora del Rosario, en Panaholma, pequeña localidad del oeste cordobés, a orillas del río del mismo nombre, pertenecientes al obispado de Cruz del Eje. Desde hora temprana de a pié y “endomingados” -como diría el Cura Brochero- los humildes habitantes bajaron de las sierras para la fiesta. En pequeñas caravanas llegaron de pueblos vecinos: De Tasma, Alto Grande o San Lorenzo, venidos a caballo con la imagen de sus santos en andas y estandartes de las agrupaciones gauchas. También los turistas que habitualmente visitan la zona. Hacia el mediodía dio comienzo la misa presidida por el nuevo obispo de Cruz del Eje, monseñor Santiago Olivera, con quien concelebró el presbítero Jorge Frigerio, de la parroquia Nuestra Señora del Tránsito, de Villa Cura Brochero, que atiende a esta población asistido por el diácono Ángel Lasala. En su homilía el Pastor Diocesano instó a seguir el ejemplo del Cura Gaucho, como se lo conoce al padre Brochero, “con la mirada siempre en Dios para comprometerse por el prójimo”. El obispo expresó su emoción “al celebrar la Eucaristía en este lugar que tanto dice a los argentinos, y a los sacerdotes muy particularmente, ya que ésta es una obra del padre Brochero con su gente. Este venerable sacerdote ha sido sin duda un hombre de Dios y por eso, y desde esa realidad que marcó su vida, pudo solidarizarse y estar muy presente y encarnado en la vida de su pueblo”. “¡Qué notable -añadió el obispo entre otras reflexiones- saber que Brochero murió ciego, y ha sido un visionario! Brochero lamentó dejar de ver y contemplar las hermosas sierras cordobesas, sin embargo ha sido un hombre de una visión siempre de largo alcance, pudo ver lo que se necesitaba, evangelizar y también ayudar al progreso para una vida más digna”. Al evocar a la Virgen del Rosario, patrona del pueblo, monseñor Olivera animó a “tener la certeza de que María como Madre siempre está presente acompañándonos en el camino de la vida, y ella desde aquí nos sigue invitando a hacer lo que Jesús nos diga”, y llamó “a tener una mirada atenta a las necesidades de los hermanos como ella misma lo hizo en las Bodas de Caná”, y desde la figura de María Madre dedicó un especial saludo “a todas las madres en su día, valorando sus servicios a la vida y la ofrenda de sus personas para cuidar la vida desde siempre”.Memoria y vigencia
Pueblo y capilla fueron diseñados por el padre Brochero a fines del siglo XIX. En 1897 informaba al obispo que la gente de este pueblo “se ha levantado hoy, como un solo hombre, para dejar el rancho viejo, que tiene por capilla, y hacer otra de material cocido con una no poca población adyacente”. Después de algunas demoras, las obras quedaron prácticamente finalizadas a mediados de 1908, cuando el viejo Cura debió renunciar al curato aquejado de lepra. El 4 de octubre de ese año su sucesor el padre Acevedo bendijo la nueva capilla. Los cien años transcurridos son testigos de la solidez de esta construcción, que fue la última realizada por el Venerable Cura Brochero. Aun así el paso del tiempo requirió la reparación de zonas deterioradas y un remozamiento general. Al bendecir los nuevos trabajos monseñor Olivera señaló “la importancia de cuidar el templo de la vida, que siempre requiere de cuidados. Esta Capilla que bendecimos nos recuerda en la zona que Dios tiene un lugar y que esta casa porque es de nuestro Padre Dios dedicada a María, es casa de todos.” El padre Frigerio agradeció a todos los que con su colaboración, autoridades municipales y provinciales, hicieron posible la restauración y conservación de este lugar querido por el padre José Gabriel del Rosario Brochero. Después siguió la procesión por las calles del pequeño poblado, desgranando las cuentas del rosario, como el padre Brochero inculcó a los serranos en la devoción a “La Purísima”, como denominaba a la Virgen María. En el acto conmemorativo, doña Juanita de Leiría, presidenta de la Comisión de la Capilla, agradeció la presencia de peregrinos y visitantes; y de un modo especial dio la bienvenida al nuevo Obispo en su primera visita al lugar. Después se presentaron las Escenas Brocherianas, con la actuación de un buen número de habitantes del lugar, reviviendo momentos de la construcción de la capilla cien años atrás: las mujeres con atuendos de la época acarrearon piedras del río para los cimientos; los gauchos a caballo arrastrando los tirantes para los techos desde la Cuesta de Altautina; los jóvenes transportando la cal y la arena en las árganas de sus burros. Y una procesión encabezada por niños y con hombres trasladando la imagen de la Virgen del Rosario en andas al hombro, desde el “rancho viejo” a la nueva capilla. Todo con el ir y venir del Cura en su “macho malacara” acompañando y alentando la participación de sus feligreses. Todo terminó como terminan las fiestas serranas desde los tiempos del Cura Brochero: bajo los árboles y una enorme carpa un almuerzo criollo con empanadas, locro, asado y el vino poniéndole alegría a la tarde, que también se animó con danzas y canciones en el escenario preparado para la ocasión. El Cura Brochero, nacido el 16 de marzo de 1840 y fallecido el 26 de enero de 1914, fue durante cuarenta años párroco en el extendido valle del oeste cordobés y su testimonio de entrega y servicio, especialmente a los más pobres, quedó impregnado en cada rincón de este hermoso valle serrano, cuyos habitantes han reivindicado siempre su memoria y fama de santidad. En su lenguaje el Cura había escrito en 1905: “He podido pispar que viviré siempre, siempre en el corazón de la zona occidental, puesto que la vida de los muertos está en el recuerdo de los vivos”. Y esa es la mejor bendición del Cura a 100 años de su paso por estas sierras cordobesas.+ (Luis Miguel Baronetto)

AICA - Toda la información puede ser reproducida parcial o totalmente, citando la fuente

domingo, 26 de octubre de 2008

LA PASTORAL DEL CURA BROCHERO, ENTRE LAS SIERRAS Y EL CIELO


En un mulo malacara avanzaba por una sierra de monte bajo. Con el rebenque colgado de la muñeca, sombrero negro de ala ancha, poncho bayo, manos duras y mirada profunda.
José Gabriel del Rosario Brochero era su nombre completo. Se estableció en la Villa del Tránsito, al oeste de la provincia de Córdoba. Su curato abarcaba quinientas leguas de serranías que atravesaba durante tres días junto a un puñado de feligreses para hacer ejercicios espirituales en la capital provincial. En esas noches de marcha iba madurando la idea de levantar una casa de ejercicios en las mismas sierras. Tras años de idas y venidas decidió emprender su construcción. Al poco tiempo, trabajaba sin descanso, con la sotana atada a la cintura, paleando en las picadas, aserrando árboles para hacer tirantes, cinchando palos de quebracho y alzando bolsas de cal. Y cuando no lo encontraban paleando entre los cimientos, levantaban la vista hacia las sierras y lo veían repuntando una majada de chivas.
Sus cualidades eran las del criollo: trabajador, austero, ingenioso y baquiano. Como buen criollo, también tenía sus vicios: pícaro, que no es lo mismo que avivado, mal hablado y jugador de truco. Se expresaba sin rodeos, con franqueza llana. A la gente de la tierra le hablaba con figuras de la tierra, sin bolearse con palabras difíciles. Por esa huella desfilaban imágenes evangélicas acollaradas con chanchos, mulas y gallinas, y ese mismo rumbo lo hizo escapar de la burocracia del lenguaje eclesiástico tradicional.
En una oportunidad, predicando en la ciudad de Córdoba ante un público distinguido dijo con su modo más típico: "Ustedes están habituados a los ricos dulces -se refería a los sermones de los otros sacerdotes-, pero yo les voy a dar ahora puchero a la criolla, que, aunque es un plato poco delicado, es más sustancioso". Así era él: sustancioso y poco refinado. Las buenas señoras de la catedral se habrán perturbado y no faltaron los censores que le recriminaron su método "inculto" de evangelizar, pues no comprendían que esas expresiones abrían una senda entre los más pobres. Aunque resistidos, sus sermones se hicieron famosos en la región. Sus palabras eran como el yuyo en el mate de los serranos. La vida en las sierras
Mientras forjaba los cimientos de la Casa de Ejercicios, apoyado en el pico, rumiaba un sueño: llevar al bravo Santos Guayama, un caudillo que había peleado junto al Chacho Peñaloza, a meditar a esa casa. Con esfuerzo logró establecer una relación fraternal y años más tarde fue a buscarlo a La Rioja pero no consiguió llevarlo. Pocos días después, Guayama fue ajusticiado en una celda.
No era un espíritu fácil de quebrar; como viejo resero que tropea contra el viento continuó arreando sus labores. Era un luchador silencioso, un león manso de la sierra. Soñaba con ver llegar el ferrocarril hasta Villa Dolores y se carteaba con su amigo Miguel Juárez Celman para pedirle dinero para las obras. Con frecuencia, mencionaba que no quería morirse sin tocar un riel, pero una vez más se quedó con las ganas.
En noviembre de 1889 presentó una curiosa carta de renuncia al curato, que no fue aceptada. En la carta dirigida al obispo de Córdoba, argumentaba ingenuamente su decisión por contar con 115 rodadas más otras cincuenta de antes de ordenarse. ¡Quién sabe qué tristeza lo apenaba!
Relata Brochero que un día, tras haberles dado la comunión a muchos de esos paisanos ariscos que andaban por la sierra, se le acercó una mujer y le dijo: "Padre, fulano hace una hora que ha comulgau , y ya está mamau como una cabra ". "¡Ahijuna!", reaccionó el cura, que inmediatamente buscó al gaucho y le regañó: "Pero, hombre, ¿cómo es esto?". "Ah, Padre -le respondió el serrano-... Hace veinte años que no comulgaba y de puro gusto me he mamau. "
Trenzando sus horas con las de los humildes pasaba sus días, allegándose hasta el catre de los enfermos, llevando un queso más allá de las sierras o mateando con los solitarios puesteros.
Hundió su mano en la tierra y sembró entre las piedras, donde nadie siembra. Con Dios y su mulo le bastaba. En el invierno de su vida ya lo había dado todo; le quedaba apenas lo que no podía dar y, como para que no dijeran que se guardaba algo, el destino se lo quitó. En sus últimos días estaba enfermo de lepra, "embichado" según sus propias palabras, casi ciego y sordo. El, que había sido baquiano entre los baquianos, pastor entre los pastores, caminaba agarrado del hombro de un lazarillo piadoso.
La mañana en que murió, la gente se acercó silenciosa al funeral y repartía en murmullos su vida de entrega. La prensa, que casi nunca lo había acompañado, se desató elogiosa; se gestionaron bronces en su honor; se dispusieron homenajes y los diputados repitieron su nombre en las barricadas.
Pero esa misma tarde, su figura callada ya andaría sobre el mulo repechando el horizonte que más quería: el de las sierras y el cielo.

Extraido del diario La Nacion, Juan Pablo Baliña, 1/12/07



PURO SENTIMIENTO BROCHERIANO...



VENIA DE LEJOS... NO CONOCIA EL PUEBLO, SU GENTE, NI EL CURITA DEL QUE SE HABLABA, RECORRI SUS CALLES ARENOSAS, Y MI HUELLA, ARRASTRO, LA ESTELA DE OTRAS HUELLAS.
EL ENCANTO FUNDIDO EN EL MISTERIO, ME ATRAPO.
PENSE EN EL CURA, CREI VER SU FIGURA RECORTADA ENTRE LOS CERROS DEL ANOCHECER, CUANDO EL VIOLETA SE APODERA DE LAS CUMBRES HASTA DEVORARLAS. DESCUBRI ENTONCES EL PORQUE DE UNA SOMBRA QUE VAGABA INTERMITENTE, EMPUJADA POR EL VIENTO AMARRONADO DE AGOSTO.
LO VISLUMBRE COMO CARGANDO SU SOTANA POLVORIENTRA Y OSCURA. VIENDO A SU GENTE, SIN SER VISTO. CURANDO HERIDAS CON LA LUZ DE SUS MANOS AJADAS, Y EL BRILLO DE SUS OJOS SIN LUZ.
ESTE PEQUEÑO PUEBLO ME ATRAPO. YA SOY PARTE DE EL Y EL DE MI, AHORA SE QUE ALGUIEN ME ACUNA EN SU RIVERA.
QUE UNA VOZ FIRME Y SEGURA RESUENA EN LOS CAÑADONES.
CAMINANDO SUS CALLES SE QUE LO ENCONTRARE A LA VUELTA DE LA ESQUINA.
YA SON MIS CALLES, MI RIO, MIS CERROS Y MI ALMA SE MIMETIZA CON ELLOS.
ALGUNA VEZ EN EL TIEMPO DEBO HABER VIVIDO ALLI, Y ME VEO, DE NIÑA, CABALGANDO AL TRANQUITO SOBRE EL ANCA DE MALACARA...

LUCY LEONI

SEMBLANZA DE NUESTRO QUERIDO CURITA


José Gabriel del Rosario Brochero nació el 16 de marzo de 1840 en Villa de Santa Rosa, en las márgenes del río Primero, al norte de la provincia de Córdoba. Sus padres fueron doña Petrona Dávila y don Ignacio Brochero. Fue bautizado al día siguiente en la parroquia de Santa Rosa. Bromeando sobre el día de su bautismo decía que "de nacimiento era bien conformado y lindo de rostro pero como nací en un día de lluvia cerca de Santa Rosa en un lugar llamado Carreta Quemada, al llevarme al otro día a bautizar sobre una yegua negra, por el mucho barro la yegua resbalaba y en uno de esos tropiezos en que casi rodamos fue tal mi sobresalto que del susto y terror se me contrajo la cara y me quedo así de ahí en adelante".
...A los 16 años, el 5 de marzo de 1856 , el joven Brochero ingresa en el seminario de Loreto en la ciudad de Córdoba. Por aquel tiempo los seminaristas estudiaban en el Seminario latín y otras disciplinas eclesiásticas, pero las demas asignaturas debían cursarlas en las aulas de la Universidad de Trejo y Sanabria. Es en esa alta y pretigiosa casa de estudios donde Brochero tendrá por camaradas y conquistara su indeclinable amistad a personas luego destacadas como el doctor Ramón Cárcano, gobernador de Córdoba y primer biógrafo de Brochero.
...Durante sus años de seminarista en Córdoba, Brochero conoce y concurre a la Casa de Ejercicios que dirigían los jesuitas. Experimenta personalmente la eficacia de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio y colabora eficazmente con los sacerdotes que los dirigen. Así muy pronto, con la autorización de sus superiores y muy de su agrado fue "doctrinero" y "lector" durante los Ejercicios, es decir, el brazo derecho del sacerdote responsable de los mismos. Al respecto informará luego el padre Bustamante que Brochero como "doctrinero" era habilidoso y "cumplía con los hombres rudos con toda la paciencia y a las mil maravillas".
Brochero recién ordenado sacerdote (1866)
...El 16 de julio de 1862 Monseñor José Vicente Arellano, obispo de Córdoba, confiriole la tonsura y al día siguiente las cuatro órdenes menores. Cuatro años despues, el 4 de noviembre de 1866, el mismo prelado le confiere el sacramento del Orden Sagrado. Los tres primeros años de su sacerdocio los transurre Brochero en la ciudad de Córdoba, desempeñándose como teniente-cura de la iglesia catedral.
...A fines de 1867 despuntaba en Córdoba el primer brote del terrible colera que segó más de 4.000 vidas en poco tiempo. Fueron aquellos, días de terrible aflicción, de pánico y mortandad nunca vistos en la capital y en toda la provincia. Dura ocasión que acicatea y pone a prueba el celo incoercible del joven sacerdote que se prodiga enteramente, jugándose sin miramientos la salud y la vida en favor de sus prójimos.
...Un testigo del horrendo flagelo lo constata: "Brochero abandonó el hogar donde apenas había entrado para dedicarse al servicio de la humanidad doliente y en la población y en la campaña se le veía correr de enfermo en enfermo, ofreciendo al moribundo el religioso consuelo, recogiendo su última palabra y cubriendo la miseria de los deudos. Este ha sido uno de los períodos más ejemplares, más peligrosos, más fatigantes y heroicos de su vida".
...El 18 de noviembre de 1869 José Gabriel Brochero es designado cura del departamento de San Alberto, al otro lado de las sierras grandes. San Pedro era la cabecera departamental. Allá llega Brochero, despues de tres días de viaje en mula a traves de las sierras; pero despues de un tiempo y por voluntad personal, se radicó definitivamente en la Villa del Tránsito, hoy Villa Cura Brochero. Su curato era inmenso: unas 500 leguas de valles y serranias.
Canónigo de la Catedral de Cordoba (1899)
...Despues de treina años de párroco en las sierras, el obispo de Córdoba, Fray Reginaldo Toro, nombra a Brochero canónigo de la iglesia catedral para que disfrute de un necesario descanso y reponga su quebrantada salud. El 12 de agosto de 1898 Brochero presta juramento como canónigo. Pero el 1 de septiembre de 1902 se hará nuevamente cargo de su querida parroquia, previa renuncia de la canonjia. (Dicen que al despedirse de sus ilustrisimos colegas, quitose rápido la muceta, como si le molestara y la entregó con gracia, diciendo: "Este apero no es para mi lomo". Y según otro testimonio, habría luego añadido: "Ni esta mula para este corral").
...Salvo los tres años en los que se desempeñó como canónigo de la catedral de Córdoba, Brochero vivirá siempre en su curato serrano: Más de cuarenta años predicando el Evangelio con la palabra y el ejemplo y contribuyendo como ningún otro al progreso de aquella zona aislada y preterida!. En 1887 terminó e inauguró solemnemente la Casa de Ejercicios en la Villa del Tránsito. El 2 de febrero de 1880 se bendijo el flamante Colegio para niñas que Brochero confió a las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús. Estas dos construcciones le reportaron muchas fatigas y molestias. Pero Brochero no era hombre para dejarse vencer por nadie, ni siquiera por el diablo (Cuando el 15 de agosto de 1875 Brochero bendijo la piedra fundamental de la Casa de Ejercicios, dicen que alzando una gran piedra y arrojándola estrepitosamente al pozo ex profeso preparado, dijo: "Te fregaste, diablo!").
...El 2 de febrero de 1908, casi ciego y sordo, achacoso y con el imperdonable mal de Hansen (lepra) a flor de carne, renunció a su parroquia, imposibilitado de atenderla. Con admirable resignación abrazó la pesada cruz con que Dios quiso probar su trabajosa ancianidad. Sus últimos años fueron cátedra elocuente de acrisolada virtud. Entregó piadosamente su alma el 26 de enero de 1914 en su Villa del Tránsito. Sus restos, por deseo suyo, descansan en la capilla de la Casa de Ejercicios. Quiso yacer allí para que los ejercitantes lo pisaran y rogaran por él.

EL CURA BROCHERO, ORACION



PARA PEDIR LA GLORIFICACION DEL SIERVO DE DIOS, VENERABLE JOSE GABRIEL DEL ROSARIO BROCHERO, CONOCIDO COMO "EL CURA BROCHERO"



Señor, de quien procede todo don perfecto: Tuu dispusiste que JOSE GABRIEL DEL ROSARIO fuese pastor y guía de una porción de tu iglesia y lo esclareciste por su celo misionero, su predicación evangélica y una vida pobre y entregada: te suplicamos que completes tu oba, glorificando a tu Siervo con la corona de los Santos.
Por Jesucristo nuestro Señor, Amén.
(Padre Nuestro, Ave María, Gloria)
Oración para la devoción privada. ...No tiene finalidad de culto puublico. Todo pedido de "gracia", por intercesión del Siervo de Dios, debe hacerse así: "Por intercesión de la Virgen María y del "Cura Brochero". ...En nada se pretende prevenir el juicio de la Autoridad eclesiástica.
...A quienes obtengan "gracias" por esta petición, se ruega comunicarlas al Vicepostulador, Calle 5 No 777 Bo Talleres (E) Córdoba, Repuublica Argentina. ...Con censura eclesiástica del Arzobispado de Caordoba.
Perseverans atque victor (Perseverante y victorioso) Apóstol de la religión y del trabajo, de la unión y de la paz. Fuente: ...La presente oracion fue transcripta del dorso de un retrato estilo "estampita" del Cura Brochero adquirido en el Museo Brocheriano de Villa Cura Brochero.

VIDEO "CABALGATA BROCHERIANA CHANCANI-LUJAN"

"PEREGRINAMOS CURA BORCHERO CON TU EJEMPLO MISIONERO" ESE FUE EL LEMA EN EL QUE MAS DE 30 GAUCHOS APOYADOS, ACOMPAÑADOS POR UN GAUCHO MAS, EL PADRE JORGE REARTE CABALGARON DESDE CHANCANI, CORDOBA HASTA LUJAN EN LA PCIA. DE BUENOS AIRES.

UN MES CABALGANDO, CASI 100 KM!!!!

FUE MUY EMOCIONANTE VERLOS LLEGAR, YO FUI A RECIBIRLOS A LUJAN.

GARCIAS PADRE JORGE POR TODO LO QUE HACE POR DIFUNDIR LA OBRA DEL CURITA!!!

" NUESTRO CURA BROCHERO "




Mirando su vida hallamos reflejado un ejemplo viviente para todo sacerdote y un ejemplo concreto y profético de lo que nuestro pueblo anhela ver realizado en sus pastores. Ya lo señalaba un periodista en un artículo escrito en un diario cordobés en 1887: "Es un hombre de carne y huesos: dice misa, confiesa, ayuda a bien morir, bautiza, consagra la unión matrimonial, etc. Y sin embargo es una excepción: practica el Evangelio. ¿Falta un carpintero? Es carpintero. ¿Falta un peón? Es un peón. Se arremanga la sotana en donde quiera, toma la pala o la azada y abre un camino público en 15 días, ayudado por sus feligreses. ¿Falta todo? ¡Pues él es todo! y lo hace todo con la sonrisa en los labios y la satisfacción en el alma, para mayor gloria de Dios y beneficio de los hombres, y todo sale bien hecho porque es hecho a conciencia. Y no ha hecho solamente caminos públicos: Ha hecho también una buena Iglesia. Ha hecho, además, un gran colegio... ¡y todo sin subsidio de la Provincia, sin erogación por parte de los miembros de la localidad! Lo ha hecho todo con sus propias garras! ¿Milagro? No. La cosa es muy sencilla. Es cuestión de honradez y voluntad. En otros términos: es cuestión de haber tomado el apostolado en serio, como lo ha tomado el cura Brochero".