miércoles, 29 de septiembre de 2010

EL CURA BROCHERO, PRECURSOR DEL TURISMO EN TRASLASIERRA!

El curita mateaba a la orilla del río,las aguas amarronadas reflejaban el bambolear de los viejos sauces,y la sombra del ir y venir,acariciaba la tes curtida por el sol de las Cumbres. Por su mente pasaban infinitos momentos vividos en ese maravilloso lugar…Maravilloso lugar…tibias aguas…¡La pucha! pensaba,cuántos cordobeses no conocen la Villa,¡Seguro que las familias ricas(ricas de dinero,por supuesto) gastan y gastan para recorrer con paso inseguro las empedradas calles de Londres. Así mateaba el cura acompañado por blancas garzas que a vuelo rasante embellecían un paisaje tocado por las manos de Dios. Se puso de pié y caminó lentamente…sus gastados zapatos oscilaban entre las redondeadas piedras. En una Ciudad,donde el materialismo se mezclaba con una devoción casi obligada por la presencia majestuosa de numerosos templos,,las emperifoyadas damas de la alta sociedad ,desayunaban,después de Misa,sabrosos pastelitos y dulces caseros provinientes de la Villa del Tránsito. Brochero se encaminó hacia un lugar más tranquilo,también pasó por su mente la idea de traer gente desde Córdoba,para convertir ese paraíso,con envidiable paisaje,en un lugar donde pudieran descansar y disfrutar quienes quisieran cruzar las altas Cumbres(,toda una aventura!)y pasar un veranéo “distinto” ¡No era mala idea!! Apuró el paso ,¡Ya estaba seguro! Traería él mismo a los visitantes ,Y como en el Pueblo hay gente muy gaucha,tambien tendrían alojamiento. Sentado en su humilde sillón vienés,y con el va y viene de la hamaca,pidió a la Purísima la aprobación a su proyecto:_”¿Sabés Madrecita?,con unos pesitos más,¡Cuanto podríamos hacer! hay mucho changuito con hambre,y los animales están flacos…¡Y la obra que emprendimos,necesito cal y ladrillos,y sobretodas las cosas ,son almas que conquistaría para Vos… La suave luz de la lámpara se desvanecía entre las sombras y el sueño lo venció fundido con sus pensamientos. José gabriel era un Quijote,pero no quedó todo como molinos de viento,Las Familias cordobesas cambiaron Europa por el recien descubierto paraíso que se les proponía…Aventura ,paisajes nunca soñados,alojamiento en moradas ofrecidas con amor y ospitalidad cristiana,manjares serranos y largos anocheceres a la vera de un rio de aguas cálidas,.Honda devoción religiosa y palabras bendecidas por un gigante y humilde sacerdote. Pero hay más ,mucho más llegaron a sumar setecientos los jinetes que guiaban a los visitantes ,y Doña Anastasia Fabre de Merlo construyo la primera casa =albergue en las cercanías ,llegando a ser la fundadora espiritual de Mina Clavero. Los ejercicios Espirituales Ignacianos se vieron repletos de fieles,y la fé se expandió en el mundo materialista que conocía por fin un lugar donde todo se conjugaba El Cura Gaucho,Puntal del turismo en Traslasierra.Luchador incansable inspirado por Dios Las luces del amanecer jugaban a la escondida entre los bisillos,Gabriel se levantó pesadamente,empezaba otro día,otro día de los dias que vendrían.¡Si hubiera podido estar en el ahora!Si hubiera podido…. Está ,Yo aseguro que ¡Está!

Escrito por mi mama! Lucy Leoni

viernes, 16 de julio de 2010

MAS SOBRE EL CURITA BROCHERO!


Al finalizar el Año Sacerdotal proclamado por Benedicto XVI para toda la Iglesia Universal y en ocasión del Bicentenario de Argentina, queremos recordar la figura de un popular cura criollo cuya causa de beatificación se está llevando a cabo en Roma.

Ordenado sacerdote el 4 de noviembre de 1866, José Gabriel Brochero se dedicó al ministerio sacerdotal en su ciudad de Córdoba (Argentina) por tres años, como ayudante en la catedral. Al cabo de tres años fue designado como cura de la extensa zona oeste de la provincia, detrás de la cadena montañosa de los Comechingones. A fines de 1869 cruza la Sierra Grande, tres días de mula, para hacerse cargo de una parroquia que iba de Soto a Villa Dolores. Se trataba de una zona de más de 4.000 kilómetros cuadrados, sin caminos y salvaje, con unos diez mil habitantes desparramados en villorrios de casas de paja y barro. Brochero, montado sobre un mulo o una mula con la sotana atada a la cintura, las espuelas sobre botines gruesos, el poncho, un sombrero negro de ala ancha, cruzaba arroyos y quebradas para ir a visitar a la gente. Llevaba en sus alforjas algo de comida, lo necesario para la Misa, el breviario y el rosario y también chala para sus cigarros, sin olvidar un cuchillo en la cintura por si se encontraba con algún animal salvaje. Escribirá más tarde: “Aunque no sea capaz de expresarme en forma elegante, puedo decir que conozco palmo a palmo y mejor que cualquier literato todas las sierras de Córdoba”. Solía decir que había llegado hasta donde “sólo Satanás solía andar”. No hacía turismo el cura Brochero cuando en el crudo invierno con las sierras nevadas, se movilizaba como misionero en ese inmenso territorio del oeste cordobés, hasta llegar a los llanos riojanos y al Tucumán, en su ansia evangelizadora. Relata gente de la época que la mula le había sacado callos sangrantes en las nalgas. Caía bien en la gente de la sierra por su lenguaje de paisano, por sentarse a tomar mate con ellos, por su fe a toda prueba; además, como a buen criollo, no le faltaba picardía, jugaba al truco y era bastante mal hablado.

En Traslasierra el cura, que tenía treinta años, se dedicó a la reconstrucción de iglesias y capillas abandonadas con la ayuda de los vecinos y trabajando él mismo como albañil. Enamorado de los Ejercicios Espirituales de los jesuitas en Córdoba, que él mismo había frecuentado, cruzando las Altas Cumbres (más de 2.000 metros) empezó a llevar a Córdoba, con caravanas de mulos y caballos, en verano y en pleno invierno, tandas de hombres y mujeres para ocho días de encierro, silencio y oración; y esto a lo largo de cinco años. Al volver, eran recibidos por todo el pueblo de Villa del Tránsito con arcos de triunfo y asado con cuero.

En 1874, habiendo crecido el número y el entusiasmo de los que habían “tomado Ejercicios”, Brochero decide construir allí mismo donde vive, en Villa del Tránsito (ahora Villa Cura Brochero), una Casa de Ejercicios; pone la piedra fundamental el 15 de agosto de 1875. La obra, gracias a cuadrillas de obreros voluntarios, se inauguró en dos años. En la primera tanda de varones concurrieron, en agosto de 1877, setecientos hombres y la organización estuvo a cargo de los jesuitas de Córdoba. No faltaron quienes andaban armados de cuchillo o llegaban borrachos y el cura los aguantaba en una pieza hasta que amanecieran frescos. A la puerta de cada sala los braseros mantenían las pavas de agua calientes para el mate. Los voluntarios cocinaban el locro o el guiso en grandes ollas de hierro. Abundaban las donaciones de alimentos, leña, forraje... Todo terminaba con la procesión a la Virgen Purísima y una gran fiesta paisana. El cura Brochero creía firmemente que los Ejercicios Espirituales de San Ignacio eran el mejor instrumento para renovar a fondo la fe cristiana. Era el “puchero espiritual”, la “carbonada” que, según él, necesitaba su gente, a la que invitaba a “arreglar las cuentas” con Dios. Supo reunir hasta 900 personas en una tanda, con la colaboración de todo el pueblo. La gente se confesaba a fin deaño como de un pecado grave, por no haber acudido a los Ejercicios. A la muerte de Brochero, se calcula que ya habían pasado por la Casa de Ejercicios unas setenta mil personas.

La obra siguiente fue el colegio de niñas, para el cual trajo de Córdoba a las hnas. Esclavas del Corazón de Jesús, recibidas triunfalmente por el pueblo de Villa del Tránsito. A fin de facilitarle la venida de Córdoba a la Madre Provincial para visitar a sus hermanas, hizo arreglar el camino desde Cruz del Eje y así evitar que tuviera que subir a las Altas Cumbres. El cura la fue a buscar y la acompañó de vuelta. En 1898 es nombrado canónigo de la catedral de Córdoba y por cuatro años se traslada a la ciudad, pero siempre presionando a los poderes públicos en favor de los pobladores de la sierras. “Este apero no es para mi lomo”, dijo al entregar la vestimenta de canónigo y marcharse otra vez en 1902 a Villa del Tránsito, reclamado por todo el pueblo. Quería ser “un simple soldado, hasta morir en las peleas de Jesucristo”. Además de la obra específicamente apostólica, frente a la pobreza y al aislamiento de su gente Brochero organizó a los pobladores de la sierra construyendo con los vecinos el Camino de las Altas Cumbres, que al cabo de 200 kilómetros unió Villa del Tránsito con Córdoba. Construyó además 66 caminos vecinales, escuelas, embalses, acequias, un acueducto, un molino harinero; bregó para que se extendiera el ramal ferroviario desde Villa Mercedes hasta Cruz del Eje gritando sus verdades a las autoridades. Dijo en alguna oportunidad: “Estos trapos benditos que llevo encima no son los que me hacen sacerdote: si no llevo en mi pecho la caridad, ni a cristiano llego”.

Esos casi cuarenta años de intenso trabajo en Traslasierra lo debilitaron y en sus frecuentes visitas a los enfermos, tomando mate con ellos, contrajo la lepra. En 1907 se retiró primero a Santa Rosa de Río Primero en la casa de una hermana y después otra vez en Villa del Tránsito hasta su muerte en la casa de otra hermana. Fueron los años más difíciles de su vida. Aceptó el aislamiento debido a la lepra, con gran dolor pero con serenidad. Ya los feligreses no se atrevían a comulgar de sus manos y todos le disparaban. La lepra en sus últimos tres años lo dejó ciego y sordo. Seguía rezando la misa votiva todos los días en su casa, de memoria, siempre en honor de la Virgen. Su amor a la Purísima lo llevaba, según sus palabras, a “desgranar rosarios” permanentemente. En su carta del 28 de octubre de 1913 al obispo de Santiago del Estero describe así su situación: “Apenas entreveo la luz del día y no puedo verme ni mis manos. Estoy casi sin tacto, así que otra persona me tiene que vestir o prenderme la ropa. Para partir la hostia consagrada alguien tiene que indicarme si he tomado la hostia bien y es una cruz hincarme y levantarme. Pero es un grandísimo favor que me ha hecho Dios a mí, el enérgico y el brioso. Ahora Dios me da la ocupación de buscar mi último fin y de orar por los hombres pasados, por los presentes y por los que han de venir hasta el fin de los tiempos”. A los tres meses el cura Brochero fallecía (26-1-1914).

Murió pobre como el más pobre de los paisanos; y sin embargo decía: “Yo me he considerado siempre muy rico, porque la verdadera riqueza consiste en no tener muchas necesidades y yo tengo muy pocas; Dios me las satisface todas, él personalmente o por medio de otras personas”. Murió a los 71 años, apretando el crucifijo y el rosario entre sus manos y diciendo: “Ya tengo los aparejos listos para el viaje. Me fío de la misericordia de Dios”. Ahora la Casa de Ejercicios es monumento histórico nacional y la ciudad está dedicada a Brochero. En 1941 salió el célebre film: “El cura gaucho” protagonizado por Enrique Muiño. La Iglesia Católica lo declaró “Siervo de Dios” y “Venerable”, mientras se está promoviendo en Roma la causa de su beatificación. Después de 134 años su Casa de Ejercicios de Traslasierra sigue funcionando para hombres y mujeres que provienen de todas partes. Algún día había dicho: “He podido pispear que viviré siempre en el corazón de mi gente”.

Primo Corbelli

domingo, 11 de julio de 2010

El cura Brochero está a un paso de que el Papa lo declare beato


11 de Julio de 2010
La Argentina podría tener en breve un nuevo beato: el sacerdote cordobés José Gabriel Brochero, el cura gaucho que evangelizó a los descendientes de comechingones en Traslasierra, Córdoba. El único santo argentino es Héctor Valdivieso. Ceferino Namuncurá ya es beato.

El Vaticano tiene muy avanzada la causa para beatificar al cura adorado por miles de cordobeses.
Su postulación debe afrontar un tribunal formado por expertos.

Funcionarios del Vaticano revelaron que José Gabriel Brochero, el cura gaucho cordobés que predicó hace casi cien años entre los pobres de Traslasierra, sería beatificado por la Iglesia, que estaría a punto de aprobar un milagro se le atribuye.
Luego, con otro milagro más, Cura Brocero podría convertirse en el segundo santo argentino después de San Héctor Valdivielso Sáez, nacido en Boedo y fusilado por los republicanos durante la Guerra Civil Española.
Más popular que su predecesor, Cura Brochero, cuenta con miles de devotos en toda la Argentina y en la pequeña villa rodeada de las Altas Cumbres que lleva su nombre.
Mientras que en los despachos de los cardenales en Roma se acumulan miles de fojas con la pintoresca vida del padre, en la localidad de Villa Cura Brochero, a unos 150 kilómetros de Córdoba capital, un equipo de eruditos y médicos laicos investigan un milagro que consagraría definitivamente al cordobés como nuevo beato de la Iglesia argentina.
“La causa de Cura Brochero va viento en popa y tiene muchas probabilidades de salir adelante. El milagro que se le atribuye estaría por aprobarse para su beatificación. Luego, si se determina que realizó otro milagro más, sería canonizado, es decir nombrado santo.
El Vaticano certificó que es Venerable, ya que tuvo una vida católica ejemplar de acuerdo a investigaciones históricas que elevaron los peritos”, afirmó un funcionario de la Santa Sede que estuvo de visita en Buenos Aires para ultimar los detalles de la presentación que el clero local elevaría al Vaticano.
En octubre, cinco cardenales, cuyos nombres se mantienen en estricta reserva, se reunirán en Roma y examinarán el contenido del expediente llevado por el propulsor de la causa, monseñor Santiago Olivera, obispo de Cruz del Eje, Córdoba.
En esa instancia el Papa Benedicto XVI lo nombraría beato, con lo cual Argentina tendría un total de siete beatos en lista de espera para ser santificados.
Algunos de los más populares, además de Brochero, son Ceferino Namuncurá, un mapuche que estudió con los salesianos, y Tránsito Cabanillas, la cordobesa conocida como la Santa de la Canastita.
“Los neurólogos investigan un hecho ocurrido con un niño de un mes que sufrió un accidente muy grave, pero que se salvó milagrosamente después de que sus padres le rezaron a Cura Brochero”, reveló monseñor Olivera, quien además es delegado de los Obispos para la Causa de los Santos, institución de la Iglesia dedicada a investigar la vida de los candidatos a santo.
Brochero, quien nació en 1840 y murió en 1914, ciego, sordo y en la miseria total, es recordado hoy por miles de devotos cordobeses en las tradicionales “cabalgatas brocherianas” que conmemoran los viajes en mula que realizaba el cura gaucho para evangelizar a los humildes descendientes de los indios comechingones.
Según los peritos históricos, Brochero atravesaba con su clásico poncho las Altas Cumbres en medio de tormentas de viento y nieve para predicar, curar enfermos de cólera, construir caminos, iglesias, casas de ejercicios espirituales, escuelas y proyectar el actual ferrocarril.
Un antiguo monumento a la entrada del pueblo lo muestra con el brazo extendido a lo alto, imponiendo una cruz a todos quienes ingresan por la ruta desde la vecina localidad turística de Mina Clavero.
“Toda la zona de Traslasierra es muy postergada. No había caminos, medios de comunicación, escuelas. Cura Brochero tuvo una importantísima labor para el desarrollo del lugar, que se extendió hasta La Rioja”, afirmó Liliana de Denaro, perito a cargo de las investigaciones aprobadas por el Vaticano en 2004, que consagraron al cura como Venerable, es decir, de vida ejemplar.
Por otro lado, fuentes de la Santa Sede revelaron que a pesar de que la causa llegó a Roma hace varios años, en parte se vio demorada debido a ciertos aspectos “esencialmente mundanos” de la vida del cura.
Pero hay antecedentes en ese sentido: el más resonante es el del filósofo San Agustín, uno de los llamados Padres de la Iglesia.
“Brochero era muy mal hablado y fumaba muchísimos cigarrillos de tabaco en chala. Esto hubo que explicarlo en Roma”, admitió Olivera.
“Usaba palabras como ‘joder’ y ‘caracho’ (carajo) para acercarse por medio del lenguaje a la gente a pesar de haber sido un hombre culto, egresado de la Universidad de Córdoba y amigo del ex presidente Juárez Celman”, explicó De Denaro.
La singular vida del sacerdote fue llevada al cine en los 40 con la película de Lucas Demare El cura gaucho, protagonizada por el actor Enrique Muiño.
De ser canonizado, sería la segunda figura del santoral argentino luego de su poco conocido antecesor San Héctor (1910-1934), cuyo milagro fue impedir la muerte de una joven de Nicaragua afectada con un tumor.
Héctor Valdivieso fue santificado en 1999 y nombrado Mártir de Turón ya que junto a sus compañeros había sido fusilado por los republicanos en ese lugar de España.

viernes, 25 de junio de 2010

Arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Castagna: reflexion sobre el Curita Brochero


Reflexión de monseñor Castagna: Venerable José Gabriel Brochero
TOMADO DE: http://www.arzcorrientes.com.ar/vernoticia.php?id_new=951
El Arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, nos regala en el marco del Año Sacerdotal que se está desarrollando una reflexión sobre el Venerable José Gabriel Brochero, conocido como el cura Brochero.

¿Quién es Brochero? Es difícil decir algo sobre lo mucho que expresa la vida de un hombre como Brochero. Me pregunto por qué este sacerdote ejemplar ha sido sometido a prejuicios inexplicables y minimizada su gravitación pastoral y social. Las razones que habitualmente se exponen no logran justificar el cerco histórico que le han impuesto. Algo parecido ha ocurrido con el proceso canónico del hoy Beato Ceferino Namuncurá. El camino a la Beatificación del Padre Brochero está hoy despejado y espera ser recorrido con mayor celeridad. El gran empujón proviene de un movimiento sacerdotal que no deja de organizar encuentros al amparo de su original imagen de incansable surcador de caminos. Detrás de ese cascarón de hombre campechano, montado en su “mala cara”, está lo que interesa a nuestros sacerdotes, mayores y jóvenes, en el intento contemporáneo de llegar a los corazones de los hombres hambrientos de Dios. ¿Quién es Brochero? ¿De dónde saca la pasión apostólica que lo domina? Para comprenderlo es preciso remontar el vuelo hacia los Apóstoles y entender el fervor evangelizador que aparece en ellos. El Padre Brochero es un apóstol, de la estirpe de aquellos, formados diligentemente por Jesús en la intimidad de su Colegio. Se corre el riesgo de sindicarlo entre quienes se dedican a resolver los graves problemas de los más pobres y excluidos. También lo logra, de manera eminente, pero la motivación principal de su generosa entrega es el amor a Cristo. No es el cura agauchado, de armas tomar, más movilizador social que siervo paciente. Es capaz de jugarlo todo al ideal misterioso que el Evangelio le propone. Para él, el Evangelio es Cristo, y se interna con valiente y tierna devoción en su constante y principal contemplación.

Testigo humilde y fiel de Jesús. Cuando llega el fin de su vida, ciego y solitario, se sacia con breves frases evangélicas leídas por una humilde y piadosa religiosa. El final es la rúbrica de una existencia de fidelidad a la Eucaristía y al servicio humilde de sus feligreses. No deja de pensar en las necesidades de la gente, hambrienta de la gracia que él dispensa incansablemente en el ejercicio de su ministerio sagrado. Para ello se hace cargo de sus necesidades y, abriendo nuevos caminos a través de las altas sierras, conduce a su rebaño a la ciudad de Córdoba, donde, mediante el método de los Ejercicios ignacianos produce un movimiento evangelizador que transforma a los fieles más difíciles de su vasta parroquia. No es un fenómeno hecho cura, popular y líder, en una población que busca ampararse en él como el niño al prestigio de su padre. Es un apóstol, testigo humilde y fiel de Jesús; no tiene otro propósito que cumplir la misión recibida, como su Maestro cumplió la encomendada por su Padre. Quiere ser el servidor de todos, muy lejos de servirse de ellos, y, con su estilo y temperamento peculiares, terminar calladamente su vida en el silencio agónico de su aisladora enfermedad.

El gran secreto es la santidad. Siempre hay un secreto que explica lo inexplicable de una vida heroica y socialmente incomprendida como la suya. Me refiero a la santidad. El sacerdote Brochero aprende, sorteando dificultades, a no desaprovechar las oportunidades que le brindan las diversas etapas del Seminario. Avanza sin estridencias hacia la grave responsabilidad de un ministerio sólo comprensible por la fe y vivido en el amor. Su temperamento generoso no autoriza otro movimiento espiritual sino el que acaba en el don total y silencioso de su vida. Alimenta su espiritualidad bajo la conducción de sus formadores y responde, atravesando las vacilaciones propias de una juventud normal, hasta decidirse definitivamente por el Reino. Las vísperas de su Ordenación constituyen un verdadero Getsemaní. Aprende de su Maestro a conformarse con la voluntad del Padre. Aquel “fiat” es para siempre y ya no vuelve su mirada atrás. Su vida sacerdotal es el crecimiento, hasta la heroicidad, de aquel consentimiento inicial. Sin elucubraciones piadosas amaneradas se mantiene fiel a lo aprendido: amor a la Eucaristía y a la Virgen, rezo piadoso del Breviario y atención a la salud espiritual de su pueblo. Todo lo hace como naturalmente. No se le ocurre proponerse como modelo a nadie, hace lo que debe, interiormente animado por el amor a Cristo y a su gente. Brochero es un amigo de Dios que, por serlo, no puede dejar de ser amigo de los hombres. Su modelo es Jesús, que desborda su amor al Padre en su amor a los más desamados, hasta la Cruz. El Evangelio que medita y predica es la fuente innegable de la dignidad de sus feligreses, humildes serranos, que él defiende contra viento y marea. Su fidelidad a Cristo se traduce en fidelidad a la Iglesia. Su celo pastoral no tiene fronteras, por ello se atreve a todo y reduce a nada las dificultades que se interponen en su proyecto misionero.

Su método evangelizador. Confía en el poder de la gracia y echa mano a medios ya consagrados por la Iglesia. El que atrae su particular empeño es el método ignaciano de los Ejercicios Espirituales. Los populariza de tal modo que su feligresía se acostumbra a confesarse de no haber acudido a ellos al expirar cada año. Él mismo se pone al frente y realiza esfuerzos heroicos para superar los obstáculos que impiden su cumplimiento. Me refiero a las largas travesías por las altas sierras, el cuidado del ganado familiar y tantos otros detalles, presentes en una ausencia prolongada, que miran las casas y tareas de campo de aquella humilde gente. El Padre Brochero, por temperamento y, principalmente, por convicción, no rehúye el desafío proveniente de las personas y lleva adelante su propósito de cambiarlas, sea cual fuere el estado moral en que se encuentren. Su trayectoria de Pastor está colmada de anécdotas, algunas de original colorido. Es verdad que abre senderos en la dura piedra serrana; esa tarea ímproba no responde al intento demagógico de acumular poder, su intención es abrirse paso en los corazones de todos para depositar la gracia del Evangelio y de los sacramentos. De otra manera no se entienden sus pintorescas predicas y su extremo empeño por acercar la Eucaristía a sus distantes comunidades y la santa Unción a los enfermos.

El leproso heroico. Los hombres revelan su auténtica calidad cuando sobreviene la ancianidad, la enfermedad, la soledad y la muerte. Brochero entra en esa misteriosa y apasionante etapa final sin dejar de comportarse como lo había hecho siempre. Se enferma de lepra, la recibe como contagio de otro leproso a quien recupera del pecado. Transcribo el relato de una testigo de su tiempo: “En la salida del Tránsito a Pocho vivía un leproso. Era este de tan mala condición y hablar que nadie se arrimaba por no oírle los insultos y blasfemias. Brochero, con todo, no temía visitarlo. Le llevaba ropas y alimentos y hasta se supo que tomaba mate con él. Le disuadíamos, más Brochero respondía con gracia: “Pero, por favor; si allí hay un alma”. Al fin, lo confesó y le llevó la Santa Comunión. Murió el leproso en sus brazos, resignado como un santo”. (“Pregonero del Amor” – Del Forno pág.102) El Padre Brochero acepta con humildad el aislamiento al que lo reduce la temible enfermedad. Se preocupa de disponer de lo necesario para celebrar diariamente la Santa Misa en su pobre pieza de enfermo. Se lo ve en silencio, sereno, “desgranando rosarios”. Allí está el secreto de su vigor apostólico y de la santidad sacerdotal que lo identifica. Ciego, ya no ve sino desde el corazón, pero, se abre camino, como lo hacía en las altas sierras, entre las tinieblas de la tierra, en busca de la Luz que supo y sabe dispensar, incansablemente, a sus feligreses y amigos.

Brochero santo. No dudo que Brochero llegará a ser venerado como santo. El santo constituye la obra exclusiva de Dios. Para ello es preciso que su libertad active un consentimiento personal, del todo necesario, para que la obra de santidad se cumpla. Brochero aprende a dejarlo hacer a Dios. Su santidad sacerdotal es silenciosa, como la brisa en la que Dios se hace presente, pasando a veces desapercibida o disimulada. La identificación del venerable sacerdote con su pueblo y su cultura, que aún atrae ciertas miradas de incomprensión y sospecha, sabe ocultar, “a los perfectos de este mundo”, la verdadera identidad del Brochero santo. Finalmente lo que es desde el momento de su tránsito al cielo se revela por el reconocimiento y dictamen de la Iglesia peregrina. Han pasado muchos años desde su muerte (1914) y aún no se llega al término deseado. El pueblo capta su virtud heroica, la Iglesia la reconoce y los sacerdotes de todas las edades la constituyen en modelo para sus vidas. A medida que se avanza en el conocimiento de su temple de hombre de Dios, la sorpresa y la veneración brotan espontáneamente. La santidad que se observa en él es consecuencia de un proceso oculto en el que actúa principalmente la gracia. Brochero descubre, desde su corazón humilde y silencioso, que es simple y doloroso abrir el alma a la acción del Espíritu. Su vida no es fácil; sabe ser pobre con su Señor y, desde esa pobreza, “hacer la voluntad del Padre”.

Como lo quiere Dios y el pueblo lo necesita. No nació santo, ni le fue fácil la santidad. Acabo de leer una afirmación suya sobre el sacerdote que me ha conmovido: “el sacerdote que no tiene mucha lástima de los pecadores, es medio sacerdote - y no tanto- estos trapos benditos que llevo encima no son los que me hacen sacerdote: si no llevo en mi pecho la caridad, ni a cristiano llego”. (Referido por el P. L.Castellani) Los testigos de su vida afirman que Brochero podría haber desempeñado, por su talento y cultura, una función destacada en el clero cordobés. Se decide por un heroico anonadamiento y se hace serrano con su humilde feligresía: adopta su lenguaje, sus imágenes ingenuas, su estilo pobre de vida. Aprende de Dios que, en su Hijo divino, se hace Hombre por amor. Se goza al referir todos los gestos de su ministerio al comportamiento ejemplar de su Maestro. ¡Qué clara su enseñanza al señalar que el sacerdote debe seguir a Jesús en el “anonadamiento” o desacredita la imagen sacerdotal! Mi breve reflexión sobre la personalidad del Cura Brochero es una invitación tímida a conocerlo en su intimidad de hombre santo, de sacerdote como Dios lo quiere y el pueblo lo necesita.

miércoles, 23 de junio de 2010

YO ME FIO EN LA MISERICORDIA DE DIOS!


26 de enero de 1914
en su lecho de muerte partio para la casa del Padre mientras decia apretando el crucifijo entre sus manos:
'Yo me fío de la Misericordia de Dios'.
'Cristo lavó mis pecados en su sangre...', decía
Brochero y esto es lo que siempre recordaba en su
corazón cuando pensaba en Cristo. Por eso decía a
sus paisanos haciéndoles mirar la cruz de la Capilla de la Casa de Ejercicios: 'En la cruz está nuestra salud y nuestra vida... la fortaleza del corazón, el gozo del espíritu... la esperanza del cielo... ¿Tendremos valor para mirar al Salvador sin conmovernos y sin resolvernos a seguirlo, aunque sea caminando por el medio de la amargura, y aunque sea derramando nuestra sangre gota a gota hasta exhalar el alma?'. (Plática sobre la última Cena de Jesús).

lunes, 8 de marzo de 2010

CRONICA DEL CRUCE DE LAS SIERRAS GERANDES


Crónica del cruce de las Sierras Grandes por el camino de las Altas Cumbres rumbo a Traslasierra. Del otro lado, Mina Clavero, Nono y una sucesión de pequeños pueblos esperan a la vuelta de cada curva, invitando a la recreación y el descanso en los arroyos y los senderos de montaña.

Una partida bien temprana y un largo viaje atravesando las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba precedieron al momento más esperado de unas vacaciones en busca de la frescura que sólo pueden brindar los paisajes serranos. Después de varias horas y algunos altos, al promediar la tarde y cuando finalmente los relieves de las Sierras Grandes se perfilan en el horizonte, nos encontramos al pie de las Altas Cumbres dispuestos a emprender el camino que lleva del otro lado de la barrera montañosa.

A simple vista se adivina que este cordón serrano es el más alto de Córdoba, casi mil metros por arriba de las Sierras Chicas y su “cumbre estrella”, el Uritorco. Aquí el que manda es el Champaquí, que casi roza los 2800 metros, y aunque según las vueltas del camino se hace más o menos visible, domina siempre este paisaje que en la luz de la tarde combina varios matices de ocre y verde. Interrumpidas sólo por el serpenteante trazado gris del asfalto, y surcadas por los valles de Punilla, Paravachasca y Calamuchita, del otro lado de las Sierras Chicas espera el plácido valle de Traslasierra.

ALTAS CUMBRES El camino de las Altas Cumbres se abrió a fines de los años ‘50, cuando se hizo necesario modernizar y volver más seguro el camino de los Puentes Colgantes, la ruta antigua de conexión entre los valles de Punilla y Traslasierra trazada a principios del siglo XX. Ese viejo camino abierto sobre huellas de caballos y mulas, cuya construcción se recuerda como una auténtica hazaña, es tan espectacular como clásico para el automovilismo: nada hay de casual en que Córdoba sea la cuna de grandes pilotos de rally, teniendo en cuenta la sucesión de curvas cerradas, los precipicios, los arroyos y los puentes que desafían el vacío kilómetro a kilómetro. Para el viajero común, sin embargo, promete más dolores de cabeza que placeres en el cruce de esa curiosa frontera natural que forman las Sierras Grandes.

El deseo del Cura Brochero, conocido pionero de los caminos de Traslasierra, que insistía ya a fines del siglo XIX en la necesidad de rutas mejores, se hizo realidad finalmente cuando se decidió abrir el nuevo camino de las Altas Cumbres, otra tarea titánica por lo accidentado de los relieves de esta parte de Córdoba, las numerosas quebradas y los arroyos que las cruzan. Exactamente los detalles que hacen de la ruta, totalmente asfaltada desde los años ‘90, un recorrido tan interesante como atractivo por las vistas que se extienden sobre las pampas de altura y los valles que sobrevuelan los cóndores.
Curva tras curva, van quedando atrás el Observatorio, con su cúpula semiesférica blanca sobresaliendo entre una espesa mata de vegetación bien verde; la Estación Terrena Bosque Alegre; el cruce del río La Suela; el paraje La Pampilla con el acceso al Parque Nacional Quebrada del Condorito; la Pampa de Achala; la estatua homenaje al Cura Brochero y su fiel burro; las nacientes del río Mina Clavero. Aquí y allá aparecen cascadas, senderos abiertos que parecen ir hacia la nada entre las piedras, rocas brillantes de mica y otros minerales que no sabemos identificar pero atraen con sus formas y vetas. Aunque el camino no es muy largo, podría llevar un día entero recorrerlo con detenimiento y parando en todos los miradores naturales, además de los sucesivos paradores que tientan con productos regionales y artesanías. Uno tras otro exhiben las tradicionales piezas en cerámica negra de la región de Traslasierra, tallas en madera, quesos saborizados, aceite de oliva y el menos conocido –pero exquisitamente aromático– aceite de maní tostado, un producto típico de la zona.

DEL OTRO LADO Ya anochece cuando finalmente bajamos de las Altas Cumbres a las puertas mismas de Mina Clavero. Atrás quedaron las curvas, y la frescura que ofrecía la altura, bien notable cuando el sensor del auto iba marcando menos grados a medida que alcanzábamos los puntos más altos de la ruta.

A la mañana siguiente nos esperan los ríos y arroyos de Nono, uno de los pueblos más plácidos y tranquilos de Traslasierra, aunque en los últimos años cada vez más visitantes pueblan sus calles sin asfalto y las orillas de sus cursos de agua inquietos. A casi mil metros sobre el nivel del mar, Nono respira y transmite un aire apacible. Desde lejos se ve la torre de la iglesia, lo único alto en este puñado de manzanas de casas bajas, con revoques que a veces dejan adivinar los ladrillos de adobe. Pequeño y organizado en torno de la plaza de la iglesia, por las noches el centro del pueblo se anima con una feria artesanal y gracias a los restaurantes que ofrecen empanadas caseras, pizzas en horno de barro, chivito y picadas, entre otras especialidades.

De día, la plaza y el centro están desiertos. Es la hora del agua, ese maná que fluye generosamente alrededor de Nono. El pueblo está enmarcado por el Río de los Sauces, un curso tranquilo, con playas extensas y aguas cálidas que corren al pie de las dos montañitas casi idénticas que dan nombre al lugar. La analogía es ineludible: tienen forma de pechos femeninos, y ése es el significado de la palabra “ñu-ñu”, en el origen de Nono. Llegamos a orillas del Río de los Sauces, después de recorrer pocos cientos de metros, de ripio bien consolidado, desde la ruta principal del pueblo. A ambos lados surgen casitas casi ocultas en los pastizales y complejos de cabañas, cada vez más numerosos. Y es frecuente ver, a las orillas del río, jinetes principiantes recorriendo los alrededores en cabalgatas guiadas, o paseantes silenciosos que eligen la bicicleta para meterse en el paisaje como quien recorre un cuadro.
A ORILLAS DEL RIO CHICO Del otro lado, el río Chico tiene un curso distinto, más encajonado y sobre un lecho al que sucesivos desniveles le dan el encanto de otras tantas cascadas y remansos. Casi desierto en algunos sectores, donde las aguas se acumulan mansas y devuelven en las últimas horas de la tarde el calor del sol, en otros es el punto de reunión preferido de jóvenes y familias para zambullirse o tomar mate en las orillas. Varios de los complejos de cabañas, además, ofrecen salidas directamente a distintos tramos del río Chico, y permiten aprovechar mejor una de las mejores horas del día: el atardecer, cuando poco a poco las orillas se van despoblando, las aguas quedan más solitarias y sólo pequeños grupos y veraneantes solitarios quedan sobre las rocas. El otro balneario para no perderse en Nono es Paso de las Tropas: se llega por un camino de ripio algo sinuoso, pero ofrece lindos paisajes a un lado y otro de la ruta, que pasa por arriba del agua levantando olas cada vez que transita algún auto. Sobre uno de los lados, chicos y grandes se entretienen zambulléndose y ocupando los lugares más privilegiados junto al “hidromasaje natural” que forma una pequeña cascada.

PASEOS EN CUATRICICLO No sólo en la costa se pusieron de moda estos vehículos patones que permiten recorrer los terrenos más irregulares. También los senderos de Traslasierra, agrestes y solitarios, ofrecen un panorama ideal para hacer las primeras pruebas. Después de un día disfrutando del agua, decidimos emprender una travesía que tiene punto de partida en una estancia de Las Calles, minúscula comunidad rural prácticamente pegada a Nono. Llamarlo pueblo tal vez sea muy ambicioso: es un puñado de manzanas dispersas, pero encantador, con sus casitas rodeadas de mariposas y las flores silvestres repartidas por doquier. Son las siete de la tarde, una de las mejores horas para escapar a un sol que puede ser ardiente, y el cielo está despejado después de un rato de llovizna. La otra opción es por la mañana temprano, cuando Nono recién se está desperezando con horarios de vacaciones.

Nada más llegar, nos reciben los perros y nuestros anfitriones, encargados de dar una breve instrucción de manejo de los cuatriciclos y probarnos los cascos. Una vez que cada uno estuvo instalado en el suyo, fue la hora de partir: así, de pronto el silencio se interrumpió con el ruido de los motores y empezamos nuestras primeras prácticas en algunos desniveles suaves. Los vehículos se van abriendo paso entre caminos de tierra que bordean algunos pastizales para vacas, y donde de vez en cuando se adivina un par de orejas inquietas: son las liebres, huidizas, que escapan a nuestro paso. Antes de lo que esperábamos, estamos llegando al fin del recorrido, y es la hora de dejar los cuatriciclos para volver rumbo a Las Calles, donde nos espera una degustación en Eben Ezer, una tradicional fábrica de licores artesanales que reúne los sabores más exquisitos e insólitos. Pero el cielo del atardecer nos depara un último regalo: es un arcoiris suspendido en el cielo, como flotante, formado por el juego del sol con las últimas e invisibles gotas de llovizna.
RUTA DE TRASLASIERRA El plan para el otro día era recorrer hacia el sur un tramo de la RP 14 que sigue el valle de Traslasierra y desemboca en Merlo, en la vecina San Luis. A diferencia de otras veces, ponemos el límite cerca, no más allá de Villa Las Rosas y el dique La Viña. El paisaje encadena pueblos donde siempre hay un motivo para detenerse y explorar. Así pasamos por Las Rabonas, sobre el dique La Viña, punto de concentración de numerosos pescadores, y más allá por Los Hornillos, la localidad más alta del valle, a 1100 metros snm. Desde aquí se proponen varias actividades de aventura y ascensos a los cerros La Ventana, La Totora y La Repetidora, que esta vez dejamos para otra oportunidad: tienta la idea de seguir avanzando en auto por la ruta tranquila, simplemente parando para tomar algo y ver artesanías al borde del camino. El siguiente pueblo, Los Pozos, también permite acceder al dique, y poco más allá Villa Las Rosas nos llama la atención por un emprendimiento dedicado al aceite de oliva extra virgen: es Olium, fundado hace una década por la familia Geier.

Las aceitunas son cultivadas en forma orgánica sobre una finca de más de 20 hectáreas, cuyo suelo muestra las virtudes que luego revela el sabor de los frutos y el aceite, su producto final. Aquí se lleva a cabo todo el proceso: la cosecha a mano, cuando la madurez alcanzó su punto justo; la recepción y el lavado de las aceitunas; la molienda y batido en frío que empieza a liberar el primer aceite. Finalmente se realiza el último paso, la extracción, separando el aceite del resto de la fruta con métodos mecánicos. Muy poco tiempo después, el líquido de un brillante color oliváceo está listo para ser embotellado, con la textura y el aroma totalmente intactos. Llevando con nosotros este perfume, emprendemos el regreso a Nono, para refrescarnos nuevamente en los ríos serranos y planificar, para los siguientes días de nuestra estadía, una recorrida esta vez más hacia el norte. El objetivo es pasar por la vecinísima Mina Clavero, villa Cura Brochero y, más allá, una de las estancias jesuíticas que forman parte del patrimonio de la humanidad: La Candelaria, de elegante perfil colonial. La misma que será también punto de partida de otro viaje, a futuro, por los más bellos rincones de las rutas cordobesas.

Fuente: Pagina 12

Fuente Foto: Cadena 3

sábado, 6 de marzo de 2010


Caminantes convocan a peregrinación por el Cura Brochero

El Grupo Peregrinos de Brochero realizarán el próximo 12 de marzo a las 8 hs, la 1ª Peregrinación desde la ciudad de Córdoba hasta Villa Cura Brochero, a la que arribarán luego de cruzar las Altas Cumbres, el 16 de marzo (día del natalicio del Cura Brochero) para bregar por la pronta canonización del venerable cura gaucho.

ITINERARIO DE LA PEREGRINACION:
La misma será con escalas de la forma siguiente: El 12 de marzo a las 8 hs. parten de la ciudad de Córdoba dirigiéndose a Villa San Nicolás, donde estiman llegar a las 15 hs. Allí pernoctarán hasta las 7 hs. del día 13, encaminándose hacia Icho Cruz donde arribarán a las 15 hs.
El 14 de marzo a las 7 hs. parten de Icho Cruz hasta Copina, donde llegan también a las 15 hs.
El 15 de marzo a las 7 hs. reinician la marcha desde Copina hasta La Posta, donde llegarán a las 17 hs. Al otro día, el 16 de marzo a las 7 hs., cuando se cumple el aniversario del natalicio del padre Brochero, parten hacia Villa Cura Brochero donde son esperados por las organizaciones aproximadamente a las 17 hs. Allí rendirán homenaje al Cura Brochero en la parroquia Nuestra Señora del Tránsito, donde descansan sus restos.

Los que deseen participar de esta epopéyica peregrinación deben contactarse con Fernando Gomez, quien junto con Miguel Zalazar y Favio Villarreal organizan esta peregrinación que aseguran tendrá apoyo sanitario y de seguridad durante todo el recorrido.

Tel: 03544 470713-15418234
Email: elcaminantedebrochero@hotmail.com

domingo, 28 de febrero de 2010

DESTACAN AL CURA BROCHREO COMO EJEMPLO MISIONERO


Buenos Aires y Córdoba, 27 de febrero (Télam).- El cura Brochero, cuya beatificación impulsan en el Vaticano, fue puesto como ejemplo de vocación en la asamblea anual de las Obras Misionales Pontificias realizada esta semana en Capital Federal y que abrió el martes con una misa el nuncio apostólico, Adriano Bernardini.



La calidad espiritual y la obra realizada por Brochero en Córdoba fueron tema de la primera jornada del encuentro, que concluyó este viernes en la sede de Medrano 737, en Almagro, donde se reunieron 53 directores de obras misionales de las Diócesis católicas en el país.


El ejemplo que legó el sacerdote, quien murió enfermo de lepra y casi ciego y sordo, fue resaltado por el jesuita Julio Merediz, del obispado de San Miguel -oeste del conurbano bonaerense-, vice postulador de la causa para la beatificación, con la consigna "Animarnos a la misión con el cura Brochero".


José Gabriel del Rosario Brochero nació el 16 de marzo de 1840 cerca de Santa Rosa de Río Primero, a unos 60 kilómetros al este de la capital cordobesa, fue el cuarto de los diez hijos de una familia cristiana y se ordenó sacerdote en noviembre de 1866.


Tras un primer destino de dos años en la capital provincial lo enviaron a San Alberto, Valle de Traslasierras, pero al tiempo se instaló en Villa del Tránsito -hoy Villa Cura Brochero, 186 kilómetros al noroeste de la ciudad de Córdoba-, en la que permaneció tres décadas.


En 1867, durante el primer brote de cólera en Córdoba, se jugó la salud y la vida sin ningún reparo al momento de atender y consolar a un moribundo o ayudar a sostener a los deudos. La misma fe puso en todo lo que hizo, que fue muchísimo.


El "cura gaucho" construyó con sus fieles más de 200 kilómetros de caminos y varias iglesias; fundó pueblos, se preocupó por la educación de todos y consiguió que les instalen mensajerías, oficinas de correos y estafetas telegráficas, en su afán de mejorar sus condiciones de vida y acercarlos a Dios.


También proyectó el ramal ferroviario que atravesaría el Valle de Traslasierras uniendo Villa Dolores y Villa de Soto para sacar a sus queridos serranos de la pobreza en que se encontraban, "abandonados de todos pero no por Dios", como solía repetir.


Brochero predicó el evangelio en el lenguaje popular para hacerlo comprensible a sus oyentes y celebró los sacramentos llevando siempre lo necesario para la misa en las alforjas de su mula.


Si de suministrar el último sacramento se trataba, no había temporal que lo detenga: "Ya el diablo me va a robar un alma", decía el cura, que se ocupó de todos pero especialmente de los pobres y alejados, a quienes buscó solícitamente acercar a la fe.


Del 15 al 19 de marzo celebrarán en Villa Santa Rosa la "Semana Brocheriana" y el 16, día de su cumpleaños, habrá una procesión desde la casa natal del cura hasta el templo.


Brochero es "modelo de sacerdote", dijo el obispo de Formosa, José Vicente Conejero Gallego, titular de obras pontificias en Argentina y presidente de la comisión de Misiones de la Conferencia Episcopal, luego del almuerzo que puso fin a cuatro días de análisis de lo hecho y planificación de lo que sigue.


Pero ese modelo no se limita a la función sacerdotal, señaló a Télam monseñor Conejero, porque "dar la buena nueva" de Jesús es misión "de todos los bautizados" católicos y comienza con "iluminar la vida propia, el trabajo, la familia, la convivencia".


"Como dijo Juan Pablo II, la fe se fortalece dándola", citó el prelado, quien encabeza las obras misionales en Argentina con los obispos de Jujuy, Concordia (Entre Ríos) y Laferrere (conurbano).


"Hay unos 700 grupos misioneros en el país", con muchos jóvenes e inclusive "familias que con sus niños se van a predicar a Angola, Mozambique" y otros países azotados por hambrunas, guerras y todo tipo de carencias, para llevar la palabra de Dios, explicó.


"Antes de partir les imponen el crucifijo", dijo Conejero y mostró la cruz sobre su pecho, y "hay una misa de despedida que es muy emocionante".


Un afiche elaborado en forma artesanal define e invita, en el ingreso a la sede de Almagro donde esta semana el cura gaucho fue puesto como modelo, a cumplir en favor de los demás con el primer y gran mandato católico: amar. A Dios por sobre todas las cosas y, en consecuencia, al prójimo.


"Misionero es aquel que ama con la fuerza del corazón de Dios", reza el cartel. Y vaya si lo hizo Brochero. (Télam) oeo-aem-dsg 27/02/2010 15:24

miércoles, 24 de febrero de 2010

CABALGATA BROCHERIANA, LINK DE PAGINA OFICIAL DE ORGANIZACION!!


PAGINA OFICIAL DEL MOVIMIENTO TRANSSERRANO ORGANIZADORES DE LA CABALGATA BROCHERIANA


CLIC ACA!!

lunes, 22 de febrero de 2010



XVI Cabalgata Brocheriana – Edición 2010Movimiento Transerrano Sendero del Cura Brochero
La edición 2010 comenzará su linda y hermoso recorrido el día 19 de Marzo desde la ciudad de Córdoba. A partir de la segunda quincena del mes de febrero comenzaran las inscripciones para así poder participar, fecha máxima de inscripción10 de Marzo.
La organización de este evento calcula que el costo es de 220 pesos. Esto incluye las comidas, los traslados y la asistencia durante la Cabalgata. Para los interesados en participar de otras provincias, deben ponerse de acuerdo con referentes locales a fin de alquilar los caballos. La organización no alquila ni presta esos servicios siendo un acuerdo entre particulares.
La ruta prevista para esta oportunidad es la siguiente:
18/03 carga de caballos y salida desde Villa Cura Brochero a Córdoba
19/03: Córdoba – Malagueño.
20/03: Malagueño – Las Jarillas.
21/03: Las Jarillas – Copina.
22/03: Copina – El Liqueño.
23/03: El Liqueño – Villa Benegas – VIlla Cura Brochero.
¿Quiere participar? Antes debe saber que no es un paseo, que se monta entre 10 y 12 horas por día, que el camino es por la montaña. Además se debe respetar las normas de los guías y el sentido homenaje de la misma. Es de cáracter obligatorio participar de las reuniones informativas a fin de evacuar dudas y así poder disfrutar al máximo entre todos.
- Formulario de Inscripción – Cabalgata Brocheriana 2010 -
Reunión en Brochero todos los miércoles a las 21 hs. enCamping Las Vertientes, Villa Cura Brochero. Sr Daniel Aprile tel3544-15612747Extracción de sangre : Anemia, dia 15 en Camping Las Vertientes
Costo: $30 pesos.Requisitos para la Inscripción:Fotocopia DNI: primera, segunda hoja y domicilio ( adjuntada con la ficha de inscripción)

El equipaje no podrá superar los 15 kg por persona ( lo superado tendrá un costo de 50 pesos por kg)

Contacto en Córdoba – Sr.Gimenez 0351-4786505 ( de 18 a 22 hs)
Contacto en Malagueño – Sr.Pedrotti 0351-4981450 / 0351-153108868

Todo en honor de un grande, un grande que sigue presente en el corazón de muchos fieles: el Cura Brochero. Que homenaje merecido, más de de 500 jinetes cabalgando por tus caminos, los mismos que con mucha fe y pasión transitaste durante tu apostolado.
Restan muy poco para la próxima cabalgata, por eso nada mejor que revivir algunos momentos de la edición 2009.

AYUDA! VOLO EL TECHO DE CAPILLA HECHA POR BROCHERO GRAN VALOR HISTORICO


Voló el techo de una capilla construida por el cura Brochero
Entre los daños causados en Traslasierra por el temporal de viento y lluvia del miércoles, uno de los que más se lamentan es la voladura del techo de la capilla perteneciente a la Casa de Ejercicios Espirituales de Villa Cura Brochero, construida por el cura gaucho en 1875. La construcción, integrada al conjunto arquitectónico brocheriano, es Monumento Histórico Nacional y perdió más del 80 por ciento de su techo de madera y chapas.

“Como a las 20 del miércoles estaba en una visita guiada por el Museo Brocheriano. Justo cuando llegamos a la capilla el viento empezó a hacer crujir las chapas y la guía comenzó a rezar, parecía el fin de todo”, cuenta con dramatismo María Celia, una turista bonaerense alojada a pocas cuadras del lugar.

El grupo de visitantes se refugió a la entrada del museo justo antes de que las chapas metálicas de la capilla comenzaran a caer en el patio.

La desazón inundaba ayer a la comunidad brocheriana. La monja Mirta Alcaraz, directora del Museo, dirigió el desalojo de la capilla, de donde se extrajeron bancos e imágenes religiosas de valor histórico, entre ellas un Cristo tallado a mano a pedido del recordado cura.

No se trata del templo parroquial de Villa Cura Brochero, sino de una capilla interna contigua, situada entre el actual museo y la Casa de Ejercicios espirituales fundada por el cura.

“Este es un lugar con mucho valor histórico y emotivo, fue construida por el Padre Brochero, y estuvieron sepultados sus restos entre 1914 y 1973”, explica Alcaraz con tristeza.

Y agrega: “No hemos evaluado aún los costos de la reparación, pero ya informamos a la Dirección de Arquitectura de la Nación. Por ahora trataremos de cubrirla con plásticos para proteger las paredes, porque los aportes van a demorar”.

Gustavo Pedernera, intendente de Villa Cura Brochero, explica: “Estamos colaborando en lo que podemos, pero el municipio no puede intervenir sin la autorización de Arquitectura de la Nación”. El inmueble pertenece a la Congregación de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentina).

Para ayudar. Hablar a los teléfonos (3544) 47-0051 ó 47-0396.

Fuente: Lavoz

martes, 5 de enero de 2010

NUEVA POSTULADORA PARA LA CAUSA DEL PADRE BROCHERO




Cruz del Eje (Córdoba), 4 Ene. 10 (AICA)


El Cura Brochero

El pasado 12 de diciembre monseñor Carlos Ñáñez, arzobispo de Córdoba, y monseñor Santiago Olivera, obispo de Cruz del Eje, co-actores de la Causa del Venerable José Gabriel Brochero, nombraron postuladora a la doctora Silvia Correale.

El Cura Brochero fue declarado “Venerable" por el papa Juan Pablo II en el año 2004, al reconocer la heroicidad de sus virtudes. Ahora resta la confirmación de un milagro obrado por su intercesión para declararlo Beato.

Silvia Correale
La nueva postuladora obtuvo la licenciatura en Derecho por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Rosario en la Universidad Católica Argentina y fue ayudante de cátedra de Teología durante tres años. A continuación obtuvo el grado de Licenciada en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino de Roma y alcanzó el doctorado en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma con calificación de “Summa Cum Laude”. En 1992 obtuvo la máxima calificación la Diplomatura en Procesos Super Rato, tras lo cual fue designada Comisario Diputado para la Defensa del Vínculo en la Comisión especial de causas Super Rato.

Tras cursar el Studium en la Rota Romana, y obtenido en 1994 el Diploma de Beatificación y Canonización, inició su labor en la Congregación para las Causas de los Santos, donde en la actualidad trabaja como Postuladora de varios procesos en distintos países del mundo.

En 2007 fue la primera mujer nombrada por el Vaticano para la defensa de una causa de beatificación y fue designada entonces como abogada en el proceso de canonización del cardenal vietnamita François-Xavier Nguyen Van Thuan.+






AICA - Toda la información puede ser reproducida parcial o totalmente, citando la fuente

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