miércoles, 23 de junio de 2010

YO ME FIO EN LA MISERICORDIA DE DIOS!


26 de enero de 1914
en su lecho de muerte partio para la casa del Padre mientras decia apretando el crucifijo entre sus manos:
'Yo me fío de la Misericordia de Dios'.
'Cristo lavó mis pecados en su sangre...', decía
Brochero y esto es lo que siempre recordaba en su
corazón cuando pensaba en Cristo. Por eso decía a
sus paisanos haciéndoles mirar la cruz de la Capilla de la Casa de Ejercicios: 'En la cruz está nuestra salud y nuestra vida... la fortaleza del corazón, el gozo del espíritu... la esperanza del cielo... ¿Tendremos valor para mirar al Salvador sin conmovernos y sin resolvernos a seguirlo, aunque sea caminando por el medio de la amargura, y aunque sea derramando nuestra sangre gota a gota hasta exhalar el alma?'. (Plática sobre la última Cena de Jesús).

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